Como ejercicio de curso de cuarto de carrera se propone el desarrollo de un centro interconfesional en Jerusalén, que busque la generación de un punto de paz, reflexión y confraternización entre las tres religiones predominantes.

En el proyecto desarrollado parte del arte de la música como elemento de conexión entre las tres culturas, con esta premisa se genera el concepto de como desde la ciudad de Jerusalén se mandan 3 melodías, cada una de ellas  desarrollada por una de las culturas y desde el centro interconfesional ubicado en el Monte de los Olivos, se devuelve un solo eco unificador de esa música desarrollada en conjunto por las tres culturas.

El proyecto se ubica continuando la trama urbana existente y prolongándola hacia la zona de los olivares, asomándose a la ciudad de Jerusalén y atrapad andola con la mirada.

La arquitectura se adapta al prominente desnivel existente a través de distintas plantas a diferentes niveles de cota.